miércoles, 15 de marzo de 2017

Actividad 2...¡SELECCIÓN Y ADAPTACIÓN DE TEXTOS FOLCLÓRICOS! Edad 4-5 años. 

  • Primer texto folclórico: Retahíla para sortear 
  • Segundo texto folclórico: Trabalenguas
  • Tercer texto folclórico: Cuento maravilloso
PRIMER TEXTO FOLCLÓRICO: RETAHÍLA PARA SORTEAR


En un café
se rifa un pez,
al que le toque
el número tres.
1, 2 y 3.

SEGUNDO TEXTO FOLCLÓRICO: TRABALENGUAS


A Cuesta le cuesta subir la cuesta,                            
y en medio de la cuesta, ¡¡va y se acuesta!! 


TERCER TEXTO FOLCLÓRICO: CUENTO MARAVILLOSO: "El lobo y los 7 cabritos"  


Había una vez una cabra que tenía siete cabritos, a los que quería tanto como cualquier madre puede querer a sus hijos. Un día necesitaba ir al bosque a buscar comida, de modo que llamó a sus siete cabritillos y les dijo:
-Queridos hijos, voy a ir al bosque; tened cuidado con el lobo, porque si entrara en casa os comería a todos y no dejaría de vosotros ni un pellejito. A veces el malvado se disfraza, pero podréis reconocerlo por su voz ronca y por sus negras pezuñas.
Los cabritos dijeron:
-Querida mamá, puedes irte tranquila, que nosotros sabremos cuidarnos.
Entonces la madre se despidió con un par de balidos y, tranquilizada, emprendió el camino hacia el bosque.
No había pasado mucho tiempo, cuando alguien llamó a la puerta, diciendo:
-Abrid, queridos hijos, que ha llegado vuestra madre y ha traído comida para todos vosotros.
Pero los cabritillos, al oír una voz tan ronca, se dieron cuenta de que era el lobo y exclamaron:
-No abriremos, tú no eres nuestra madre; ella tiene la voz dulce y agradable y la tuya es ronca. Tú eres el lobo.
Entonces el lobo fue en busca de un buhonero y le compró un gran trozo de tiza. Se lo comió y así logró suavizar la voz. Luego volvió otra vez a la casa de los cabritos y llamó a la puerta, diciendo:
-Abrid, hijos queridos, que vuestra madre ha llegado y ha traído comida para todos vosotros.
Pero el lobo había apoyado una de sus negras pezuñas en la ventana, por lo cual los pequeños pudieron darse cuenta de que no era su madre y exclamaron:
-No abriremos; nuestra madre no tiene la pezuña tan negra como tú. Tú eres el lobo.
Entonces el lobo fue a buscar a un panadero y le dijo:
-Me he dado un golpe en la pezuña; úntamela con un poco de masa.
Y cuando el panadero le hubo extendido la masa por la pezuña, se fue corriendo a buscar al molinero y le dijo:
-Échame harina en la pezuña.
El molinero pensó: «Seguro que el lobo quiere engañar a alguien», y se negó a hacer lo que le pedía; pero el lobo dijo:
-Si no lo haces, te devoraré.
Entonces el molinero se asustó y le puso la pezuña, y toda la pata, blanca de harina. Sí, así son las personas.
Por tercera vez fue el malvado lobo hasta la casa de los cabritos, llamó a la puerta y dijo:
-Abridme, hijitos, que vuestra querida mamá ha vuelto y ha traído del bosque comida para todos vosotros.
Los cabritillos exclamaron:
-Primero enséñanos la pezuña, para asegurarnos de que eres nuestra madre.
Entonces el lobo enseñó su pezuña por la ventana y, cuando los cabritos vieron que era blanca, creyeron que lo que había dicho era cierto, y abrieron la puerta. Pero quien entró por ella fue el lobo. Los cabritos se asustaron y corrieron a esconderse. El mayor se metió debajo de la mesa; el segundo, en la cama; el tercero se escondió en la estufa; el cuarto, en la cocina; el quinto, en el armario; el sexto, bajo el fregadero, y el séptimo se metió en la caja del reloj de pared. Pero el lobo los fue encontrando y no se anduvo con miramientos. Iba devorándolos uno detrás de otro. Pero el pequeño, el que estaba en la caja del reloj, afortunadamente consiguió escapar. Una vez que el lobo hubo saciado su apetito, se alejó muy despacio hasta un prado verde, se tendió debajo de un árbol y se quedó dormido.
Muy poco después volvió del bosque la vieja cabra. Pero ¡ay!, ¡qué escena tan dramática apareció ante sus ojos! La puerta de la casa estaba abierta de par en par; la mesa, las sillas y los bancos, tirados por el suelo; las mantas y la almohada, arrojadas de la cama, y el fregadero hecho pedazos. Buscó a sus hijos, pero no pudo encontrarlos por ninguna parte. Los llamó a todos por sus nombres, pero nadie respondió. Hasta que, al acercarse donde estaba el más pequeño, pudo oír su melodiosa voz:
Mamaita, estoy metido en la caja del reloj.
La madre lo sacó de allí, y el pequeño cabrito le contó lo que había sucedido, diciéndole que había visto todo desde su escondite y que, de milagro, no fue encontrado por el lobo. La mamá cabra lloró desconsoladamente por sus pobres hijos.
Luego, muy angustiada, salió de la casa seguida por su hijito. Cuando llegó al prado, encontró al lobo tumbado junto al árbol, roncando tan fuerte que hasta las ramas se estremecían. Lo miró atentamente, de pies a cabeza, y vio que en su abultado vientre, algo se movía y pateaba. «¡Oh Dios mío! -pensó-, ¿será posible que mis hijos vivan todavía, después de habérselos tragado en la cena?» Entonces mandó al cabrito que fuera a la casa a buscar unas tijeras, aguja e hilo. Luego ella abrió la barriga al lobo y, nada más dar el primer corte, el primer cabrito asomó la cabeza por la abertura y, a medida que seguía cortando, fueron saliendo dando brincos los seis cabritillos, que estaban vivos y no habían sufrido ningún daño, pues el monstruo, en su excesiva voracidad, se los había tragado enteros. ¡Aquello sí que fue alegría! Los cabritos se abrazaron a su madre y saltaron y brincaron como un sastre celebrando sus bodas. Pero la vieja cabra dijo:
-Ahora id a buscar unos buenos pedruscos. Con ellos llenaremos la barriga de este maldito animal mientras está dormido.
Los siete cabritos trajeron a toda prisa las piedras que pudieron y se las metieron en la barriga al lobo. Luego la mamá cabra cosió el agujero con hilo y aguja, y lo hizo tan bien que el lobo no se dio cuenta de nada, y ni siquiera se movió.
Cuando el lobo se despertó, se levantó y se dispuso a caminar, pero, como las piedras que tenía en la barriga le daban mucha sed, se dirigió hacia un pozo para beber agua. Cuando echó a andar y empezó a moverse, las piedras de su barriga chocaban unas contra otras haciendo mucho ruido. Entonces el lobo exclamó:
“¿Qué es lo que en mi barriga bulle y rebulle? Seis cabritos creí haber comido,
y en piedras se han convertido”.
Al llegar al pozo se inclinó para beber, pero el peso de las piedras lo arrastraron al fondo, ahogándose como un miserable. Cuando los siete cabritos lo vieron, fueron hacia allá corriendo, mientras gritaban:
-¡El lobo ha muerto! ¡El lobo ha muerto!
Y, llenos de alegría, bailaron con su madre en corro alrededor del pozo.

IMPORTANCIA DEL FOLCLORE EN EL AULA

A día de hoy la literatura folclórica es conocida también como literatura de tradición cultural, puesto que se ha ido transmitiendo de manera oral de pueblo en pueblo, de generación en generación, de una sociedad a otra, avanzando a lo largo de la historia. De esta forma, los niños de nuestra sociedad, la conocen por transmisión horizontal, es decir, mediante el boca a boca de unos niños con otros de edades similares.

Por todas estas características, se dice que los textos folclóricos no conservan sus versiones originales, sino que a lo largo de los siglos han ido apareciendo recopiladores y adaptadores como Charles Perrault, los hermanos Grimm o Cristian Andersen, entre otros, que han moldeado estos textos con numerosas variantes y nos han confirmado, por lo tanto, que los textos folclóricos carecen de autor.

Dentro de estos textos folclóricos no sólo podemos trabajar con los niños los cuentos, que es el recurso más amplio con el que contamos las maestras, sino que también existe la literatura folclórica en canciones, trabalenguas, retahílas, romances, leyendas, cuentos maravillosos, etc.

Los niños tienen una capacidad de comprensión y expresión impresionantes y nos suelen sorprender muy a menudo con el vocabulario y las expresiones que emplean, y por este motivo escogí en primer lugar una retahíla para sortear, para niños de 4-5 años que se puede emplear cuando queramos jugar con los niños a un determinado juego en el patio del colegio; un trabalenguas muy conocido y sencillo para trabajarlo con los niños de 4-5 años, “Cuesta”  y que sean capaces de entender el vocabulario que utiliza y de repetirlo con la ayuda de la maestra y los compañeros; y por último, un cuento maravilloso o de hadas como es el de “El lobo y los 7 cabritos”.

Este último aspecto es muy relevante para trabajar la literatura folclórica en el aula, porque a las maestras nos encanta escuchar a los niños cuando te explican algo, cuando te cuentan lo que les dicho su mamá al contarles su cuento preferido anoche antes de dormir, y porque se les permite a los niños esa libertad para deducir sus conclusiones en un cuento y para sacer sus reflexiones personales. 

Lo más importante de trabajar la literatura folclórica en el aula es que los niños la puedan disfrutar tanto o más que nosotras. No se trata de comprobar si los niños entienden  o no los textos, sino que debemos de pensar qué entenderán cuando nosotras se los contemos.

A diferencia de los libros de autor, los textos folclóricos no se leen, se cuentan o se cantan, y en mi opinión, los niños se sienten más atentos y concentrados cuando esto último ocurre, porque así no dispersan su atención, y pueden aprender los gestos de sus iguales y aprender nuevos temas. Nosotras podemos ponerles la entonación o los gestos apropiados que consideremos en cada escena, dependiendo de si es un juego como en las retahílas, o si es un trabalenguas para  que los niños se diviertan y lo puedan contar en casa. 


JUSTIFICACIÓN EN RELACIÓN CON LA EDAD DE LOS RECEPTORES

En primer lugar la retahíla la he considerado oportuna para la edad de 4-5 años puesto que consiste en un juego de palabras con melodía que provoca que se pueda repetir una y otra vez, y que puedo emplear para cantar y jugar con los niños en el patio del colegio, y al ser corta y sencilla, escrita en verso, podemos repetirla hasta 3 veces antes de jugar con ellos a cualquier juego que sea en equipo, para motivarles y que lo apliquen en cualquier situación de juego en casa o en el colegio, por ejemplo al escondite y  nos toque decidir qué niño empieza el juego. El vocabulario que utiliza es comprensible, como son “pez”, “café”, y los números hasta las 3, que también los conocen a la perfección cuando pasan de los 3 años, al menos hasta llegar a los 10 primeros. En este aspecto del vocabulario no será necesario hacer modificaciones.

La retahíla mejora la fluidez verbal que los niños deberían de tener adquirida a los 4 años  y con las retahílas los niños a esta edad podrán comenzar con la entonación y la práctica de este recurso sencillo y breve que hasta entonces nunca habían experimentado en la etapa anterior.  

En segundo lugar escogí el trabalenguas para la edad de 4-5 años porque se las considera juegos de palabras también, que presentan palabras con una pronunciación muy parecida, con rimas y repeticiones. Está escrito en verso y lo considero oportuno porque lo repetiremos con ellos frase a frase muy despacito para que lo entiendan bien desde el primer momento  y luego se lo puedan recitar a algún compañero de la clase cuando ellos quieran. Si necesitaran ayuda, nosotras les ayudaríamos y podremos pedir a algún niño que también lo haga, para que los demás lo puedan imitar y amplíen también sus registros de expresión. Los trabalenguas son adecuados para la edad de los 4-5 años porque permite a los niños perfeccionar el habla, que se adquiere por completo a los 3 años, y porque les permite dominar su pronunciación.

Por último, el tercer texto folclórico que escogí fue un cuento maravilloso como es el de “El lobo y los 7 cabritos” para la edad de 4-5 años,  adaptado por los hermanos Grimm. Lo he considerado oportuno para esta edad porque me parece un cuento muy tierno, y los personajes que aparecen en él son muy familiares para los niños y suelen gustarles mucho su aparición, como es el caso del lobo, donde siempre aparece como un animal feo y peludo que se quiere comer a los niños o a otros animalitos, y acaba el cuento siempre riéndose los niños de él a no conseguir lo que se proponía. 

Es un cuento que no trabaja los miedos y las inseguridades a estas edades, se desarrolla en un lugar tranquilo y conocido para los niños como es el campo, con la casa donde vivía la mamá y sus cabritas  y con objetos naturales como es un pozo o el reloj de una casa, la cama, una mesa, etc. Por ello puedo afirmar que el vocabulario que emplea es sencillo y comprensible para esta edad, aunque haya palabras que haya que sustituirlas como “pedruscos”, “pezuñas negras” o “balido" por "piedras grandes", "patas negras" y "berrido o grito muy fuerte".

Este cuento en concreto fomenta la imaginación y la memoria en los niños porque ellos mismos serían capaces de imaginar cada escena que va ocurriendo, como el momento en que los cabritos se esconden del lobo para que no les vea o cuando el lobo se come a los cabritos sin masticarlos.


EXPLICACIÓN DEL USO EN EL AULA 

Haciendo referencia a las retahílas en el aula, como es el caso de la mía, los niños entenderán que a la hora de hacer un juego podrán respetar los turnos de palabra para hablar, cuando queramos mantener con ellos un diálogo sobre algún tema que les despierte interés, por ejemplo, puesto que contiene los números hasta el 3 y a quién le toque el último número, tiene prioridad para comenzar a hablar. También con esta retahíla entenderán que hay que guardar paciencia cuando iniciemos algún juego por en el patio del colegio.

Como actividad muy divertida y atractiva propondríamos a los niños juntarnos todos en un corro grande y en lugar espacioso para cantar la canción, dándose todos la mano y repitiéndola todos a la vez. 

Las retahílas se usan como juegos de palabras, y las considero una nueva forma de aprendizaje y diversión que nos sirven tanto para jugar como para sacarle el máximo partido a los niños, y favorecer en ellos su memoria, su imaginación y sus formas de integración con los demás compañeros. Esta retahíla en concreto es de fácil comprensión y se puede emplear en cualquier contexto de juego en el aula. En el momento justo de comenzar un juego, la podremos utilizar para que todos los niños se la aprendan y evitar conflictos de querer un niño hacer las cosas el primero siempre.  

En mi opinión no considero oportuno hacer ningún cambio en mi retahíla puesto que es un recurso muy apropiado y gracioso que con esta edad los niños nunca han tenido ocasión de escuchar y con el que aprenden nuevo vocabulario jugando a base de repetir  y de practicar el lenguaje inconscientemente. Una vez que la hayan aprendido podremos preguntarles si le has gustado y si creen que es mejor cantar nuestra canción de la retahíla para poder jugar todos al mismo juego y que todos los niños puedan reírse sin pelear o sin conflictos.

En el caso del uso de los trabalenguas en el aula también considero que no es necesario hacer ningún cambio, puesto que también los considero un recurso más del aula que se emplean como juego para que los niños aprendan nuevas palabras repitiendo y transformando ellos las palabras cuando se equivoquen. Favorecerá en ellos un intercambio de palabras, donde si se equivocan en un palabra o frase y desconozcan su significado, nosotras podremos explicárselo. En ocasiones también provocará en los niños que se inventen algunas palabras, pero ello también les ayudará a mantener un pequeño diálogo entre ellos.

Los trabalenguas suelen carecer de sentido, pero para niños de 4 y 5 años, creo que este trabalenguas podemos emplearlo en el contexto de acabar algún juego que hayamos hecho. Puede emplearse para que los niños se sienten tranquilamente en algún momento del día que se sientan cansados y entonces aprovechar para trabajarlo con ellos y que se relajen. Para un niño de 4 años la palabra “acuesta” podría explicársele como sinónimo de dormir y si esta palabra no la entienden podemos hacer el gesto con las manos de dormir y que ellos mismos deduzcan el significado de la palabra.

Podemos aprovechar cuando acabemos de contar este trabalenguas, para poner en común con los niños todo aquello que ellos hacen en casa cuando se sientan cansados o qué sienten cuando están cansados. A modo de diálogo podemos hacer un intercambio de ideas con ellos.

En el caso del uso del cuento maravilloso en el aula tampoco consideraría necesario hacer ningún cambio, pero sí es verdad, que para generar con ellos un diálogo sobre el cuento y darle un toque más divertido a éste, yo hubiera planteado a los niños algunas cuestiones tales como: cambiando un poco el final y no trabajando esta parte de manera emocional (puesto que a estas edades no lo veo aún como algo necesario), yo les hubiera propuesto a ellos si hubieran preferido que el lobo se cayera al pozo porque le pesaba mucho la barriga y se hubiera quedado dentro porque no sabía como salir; o tal vez si les hubiera gustado más que la mamá y sus cabritos ataran al lobo a un árbol con unas ramas que hubiera en el suelo, para darle su merecido castigo por haberse tragado a los cabritos para llenarse su barriga hambrienta. Yo quizás hubiera cambiado esta última escena del cuento y les hubiera dado a los niños la opción elegir cómo acabaría el lobo cuando hubiera llegado la mamá a casa de nuevo y hubiera visto sólo a uno de sus cabritillos. 

Cuando acabara de contárselo a los niños podrían los niños colorear un dibujo del lobo según cómo se lo imaginaran ellos. 

Esta narración la podría hacer con los niños en un momento concreto de la mañana, cuando se sientan tranquilos y relajados, en el rincón de la biblioteca de aula, propondría a los niños conocer otro cuento distinto que en rara ocasión habrán escuchado y jugaría con el tono de voz que pone el lobo en numerosas ocasiones cuando intenta engañar a los cabritos para entrar en su casa, por ejemplo. 

En mi opinión es un cuento perfecto para preguntarles a los niños, después de la narración y para no interrumpirles su pensamiento simbólico de la historia, qué enseñanza extraen de el, y estoy segura que la gran mayoría me contestaría diciendo que tener hermanos es algo muy divertido porque puedes jugar con ellos y protegerte de las “cosas malas” o que su mamá les quiere mucho y  nunca les va a dejar solos. También podríamos encontrarnos con que algún niño nos diga que no hay que abrirle la puerta a alguien que no conozcamos, porque nos podría asustar. 

Obviamente lo que no sería normal y sería más un pensamiento de adulto, es que un niño con 5 años nos diga que hay que obedecer siempre a mamá. 


CONCLUSIONES

Como opinión personal y final a este trabajo sobre selección de textos folclóricos he de decir que me costó mucho los primeros días encontrar los textos adecuados y que cumplieran con los requisitos que yo buscaba, como el enfoque a una misma edad y que los disfruten los 3 mediante el juego y mediante la participación con sus compañeros.

Finalmente me decanté por esos textos después de mucho investigar por Internet, y para colmo me ha acabado “enganchando” esta actividad y me ha llevado a mis años de niñez recordando una gran cantidad de textos folclóricos, que en la actualidad no recordaba con nitidez por la gran variedad de versiones que han surgido de ellos. 


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

http://www.rinconcastellano.com/cuentos/grimm/grimm_lobo.html  (Cuento Maravilloso) 

LabaJo, I. Bloque II Módulo Docente de Literatura Infantil. (2017). Madrid. La Salle




10 comentarios:

  1. ¡Hola Silvia! Encantada de saludarte. Primero de todo, agradecerte que nos hayas facilitado tres textos folclóricos muy interesantes.

    Al leer tu entrada no he entendido tu criterio de subrayar ciertas frases. En un principio creí que era para remarcar las más importantes pero en alguna que otra frase creo que esta no era la intención. Te animo a que las revises :)

    Por un lado, respecto a la bibliografía y a sus fuentes bibliográficas, sería interesante que al citarlas al finalizar tu entrada lo hicieses a partir de la normativa APA, ¡en plan profesional! Jajaja. Por otro lado, creo que es importante que a la hora de referirte y explicar los textos folclóricos, hagas referencia a las fuentes (le da mayor credibilidad y veracidad).

    Un truco que nos dijo Irune para evitar que quedasen las frases subrayadas en blanco es pasarlo a un Bloc de Notas y después copiarlo en el blog, es un segundito y así evitarías estos subrayados.

    Antes de acabar felicitarte por haber seguido la estructura marcada empezando con la importancia del folclore en el aula, fundamentándote en la teoría que nos han facilitado. También has dedicado un espacio a la justificación en relación con la edad de los receptores, ¡me parece muy buena idea!

    Espero haberte ayudado.
    ¡Un abrazo fuerte compañera!

    Te invito a pasarte por mi blog, a ver qué te parece; https://trotacuentosblog.wordpress.com/

    ¡Hasta la próxima! :)

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    1. Hola Martha, antes de empezar, gracias por tus comentarios, los tomé en cuenta y he podido retocar algunas cosillas que me habías comentado y mejorarlas.

      He revisado lo que me comentas de subrayar algunas frases en algunos fragmentos de los textos y simplemente lo hago a veces para resaltar las cosas importantes, y fijar más la atención en lo que se pide y facilitar la lectura de los que lo leen. Pero quizás tengas razón y quede más limpio y más profesional que se lea todo de una vez sin que haya esos subrayados, así que opté por dejar la actividad tal y como lo hice desde un primer momento en Word.

      Por otra parte decirte que en la bibliografía no estoy de acuerdo contigo, las fuentes que expongo son los links de Internet, por lo que eso no puedo citarlo según normas APA, simplemente son las direcciones de Internet fiables de donde busqué y encontré los textos folclóricos. Las normas APA de las que tú me hablas se utilizan sólo para citar libros, artículos, textos, etc. pero no para querer enlazar un texto.

      De todas formas gracias por comentármelo, porque así puedo revisar las normas APA en cualquier otra ocasión que las tenga que utilizar. Aún así miraré ahora más fuentes para explicar los textos folclóricos.

      ¡Gracias por leerme! Besos.

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  2. ¡Hola Silvia! ¿que tal va todo? acabo de leer tu trabajo y me ha encantado. Está tan claro, sencillo y estructurado por partes.Me ha gustado mucho la manera de organizarlo para que sea más fácil para todos. Lo de la retahíla me gusta muchísimo, yo también he elegido una en mi trabajo. No retraen a nuestra niñez y aquí es donde queda claro lo que transmite el folclore oral en la sociedad, perdura de generación en generación, por eso lo importante de transmitirlo de alguna forma a nuestros niños. Como he estado leyendo mucho sobre las canciones, retahílas, etc del folclore he visto la cantidad de agrupaciones o clasificaciones que hay. Las de sorteo las hemos utilizado mil veces en nuestros juegos (incluso de adultos) y ahora se las enseñamos a nuestros hijos y alumnos.Es una retahíla muy corta y sencilla pero efectiva y con un vocabulario adecuado como muy bien has comentado y lo de los números refuerza lo aprendido en el aula.
    Sobre el trabalenguas decirte que es muy gracioso el compartirlo con ellos, el jugar con ello, el probar, que lo intenten y fallen, que se ayuden entre ellos, etc. Como tienen musicalidad les llama mucho la atención.Realmente de acuerdo contigo en no modificar nada o casi nada. El cuento elegido me gusta mucho y es uno de los cuentos que yo más he escuchado en mi niñez. Los niños lo disfrutan mucho con el personaje del lobo y con los tiernos cabritillos. La figura de la mamá para ellos es un referente a esas edades, mejor dicho "el referente" como para los cabritillos. Lo único decirte que las tres palabras que has indicado que les explicarías, las puedes sustituir por otras y no dar tantas explicaciones cuando cuentas el relato.
    Bueno compañera, creo que nada mas. Muy buen trabajo.
    Besos.
    Mar.

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    1. Hola Mar, lo primero muchas gracias por leer mi actividad y por comentarme tus puntos de vista y aquellos aspectos que podría mejorar.

      Decirte que me decanté por estos textos folclóricos por apartarme un poco de lo común y salir de los cuentos maravillosos, puesto que encontré más divertido que los niños disfruten y se rían con un trabalenguas, que permanezcan más atentos a un cuento; aunque en el fondo también me gustan por el simple hecho de poder mantener con ellos un diálogo, sonsacarles opiniones y hacerles cuestionarse algunas preguntas que les hagamos.

      Estructuré así el trabajo para proyectarlo de una manera más clara y sencilla.
      Realmente el cuento que escogí me lo contaban de pequeña en muchas ocasiones mis padres y me pareció un cuento muy tierno y apropiado para los niños de 4 y 5 años, puesto que no es para nada un cuento violento y no te preocupes, que ahora reviso el inciso que me has comentado de las palabras de vocabulario que sustituiría por otras y lo mejoro. ¡Gracias!

      Yo opino también como tú, que tanto en la retahíla como en el trabalenguas, no sólo sirven para que los niños lo disfruten y aprendan de una forma distinta, sino también para que refuercen inconscientemente contenidos que les hayamos enseñado anteriormente como los números en el caso de la retahíla o la letra "C" en el trabalenguas.

      ¡Muchas Gracias de nuevo! Nos vemos :)

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  3. Hola Silvia!

    En primer lugar decirte que me encanta la variedad de textos folclóricos que has elegido, no te has limitado a los cuentos como muchas hemos hecho y eso hace muy interesante a la vez que diversa tu actividad.

    Estoy de acuerdo con Mar, en lo bien que estructuras la actividad y lo fácil que nos haces la lectura y también con Marta, creo que a veces nos excedemos con el subrayado queriendo resaltar aspectos importantes.

    Me parece una buenísima elección tanto la retahíla como el trabalenguas,considero que ambos son adecuados para la edad que propones.El juego de palabras con melodía y las repeticiones, responden a los intereses de este momento evolutivo.

    En relación con el cuento, yo lo propondría más para la edad de 3-4 años (creo que el personaje del lobo es uno de los intereses característicos de esta edad). De esta forma, considero que sí que refleja los miedos (el lobo atemoriza a la vez que gusta). También, podrías completarlo resaltando el tema principal, los valores y contravalores que se exponen en el cuento. En cuanto a la enseñanza que extraen de la historia, creo que podría ser más que tener hermanos es divertido, “ no abrir la puerta a nadie”. Otro aspecto que yo omitiría a la hora de introducirlo en el aula es la muerte del lobo (considero que las muertes son innecesarias a estas edades).

    En conclusión Silvia, creo que has hecho una elección estupenda con los textos, me encanta tu originalidad y la forma tan clara de exponer la actividad.
    ¡Enhorabuena!
    Un beso enorme.



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    1. Hola ALejandra, muchisimas gracias a ti también por leerme y comentarme.
      Voy a darle una vuelta ahora al cuento sobretodo, atendiendo a tus reflexiones y a modificar aquellos aspectos que mejoren la actividad.

      La verdad es que tienes razón, la retahíla y el trabalenguas son recursos folclóricos muy originales que a veces no contamos con ellos y yo creo que si los tuviéramos más en cuenta, les llegarían a los niños de una manera más directa enseñándoles los mismos contenidos o aspectos que les enseñamos de otra forma más magistral y totalmente errónea.
      Al fin y al cabo a estas edades aprenden jugando y haciendo y qué mejor que haciéndoles partícipes y protagonistas de recursos como retahílas, trabalenguas o canciones populares. ¡Totalmente de acuerdo contigo!

      ¡Mil gracias guapa!Besotes

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